El concejal Pablo Martínez recibió a alumnos del Instituto Adventista de Comodoro Rivadavia que le presentaron el proyecto de desalinización del agua con el que ganaron un concurso provincial y que plantean como una alternativa para los problemas hídricos de la cuenca
En el marco de las alternativas que desde hace años se analizan para solucionar los problemas hídricos de la ciudad, la potabilización del agua de mar se presentó varias veces como una posibilidad a futuro, pero principalmente por los costos onerosos, nunca se concretó.
Por este motivo, y teniendo en cuenta las experiencias similares llevadas adelante en otras ciudades, los alumnos del Instituto Adventista de Comodoro Rivadavia elaboraron un trabajo y le presentaron el proyecto al concejal de Cambiemos, Pablo Martínez.
Los estudiantes Federico Guerrero y Pablo Gómez, junto a la docente Diana Willhuber, presentaron un proyecto a través del trabajo titulado “Dulce agua del mar” que fue presentado en la Feria de Educación, Arte, Ciencia y Tecnología. Primero ganaron la instancia local y luego la provincial en Puerto Madryn, por lo que en el mes de noviembre viajarán a Córdoba para defenderlo a nivel nacional.
“Ellos se hacen el planteo de dónde poder proveernos de agua en virtud de la restricción de tener mayor disponibilidad del recurso hasta que se concluya la obra de repotenciación y corrimiento de toma, y sabiendo que otro acueducto no vamos a poder realizar desde el lago Musters”, señaló Martínez.
El edil explicó que “la situación actual da cuenta que debemos planificar hacia delante e ir evaluando otras alternativa, como la reutilización del agua de los efluentes cloacales locales y también la disponibilidad del denominado ´mar azul´ para proveer de agua a la comunidad”.
Proyecto con antecedentes en otras ciudades
El proyecto de los alumnos es una planta de ósmosis inversa de uso industrial, como la que funciona en Puerto Deseado y la de Caleta Olivia, que aún no está concluida.
Además del costo de la planta, Martínez explicó que para impulsar un proyecto de estas características, “hacen falta obras complementarias para la alimentación eléctrica de la planta y el transporte del agua. Esto hay que pensarlo a largo plazo con una amortización a 20 años y también hacer un cuadro comparativo de cuanto nos cuesta traer el agua desde 160 km a Comodoro Rivadavia, como se hace actualmente”.