El Senado de la Nación aprobó el Presupuesto 2026, una herramienta que lejos de fortalecer el desarrollo del país, consolida el ajuste y el desfinanciamiento de áreas estratégicas para el futuro de la Argentina. La votación contó con el acompañamiento de las senadoras del PRO, entre ellas las representantes de Chubut que responden al gobernado Torres, Andrea Cristina y Edith Terenzi.
Las legisladoras no solo avalaron el presupuesto general, sino que además votaron afirmativamente el Capítulo 2, que establece recortes y desfinanciamiento en sectores clave como Ciencia, Tecnología y Educación, pilares fundamentales para el crecimiento, la soberanía y la igualdad de oportunidades.
Resulta especialmente grave que quienes dicen representar a la provincia de Chubut acompañen un esquema presupuestario que condena a la universidad pública, a la investigación científica y al desarrollo tecnológico al abandono y la precarización. Más aún, genera indignación el doble discurso de estas senadoras, que luego se pasean por universidades públicas —instituciones que las formaron— intentando mostrarse cercanas a una comunidad educativa a la que, en los hechos, le dan la espalda con su voto.
El Presupuesto 2026 no es una simple planilla de números: es una decisión política que define prioridades. Y en este caso, las prioridades quedaron claras: ajuste para el conocimiento, retroceso para la educación y nulo compromiso con el futuro de los jóvenes y del país.
Cabe destacar que dentro del presupuesto aprobado para la provincia de Chubut no hay ninguna obra significativa para mejorar la calidad de los chubutenses.
Desde distintos sectores sociales, académicos y políticos se advierte que este rumbo profundiza la desigualdad y debilita al Estado en áreas estratégicas. La sociedad chubutense merece saber quiénes votan contra la educación pública, la ciencia y el desarrollo, y quiénes asumen la responsabilidad política de ese retroceso.
