Se trata del sistema de prensado y enfardado de residuos sólidos urbanos que no se pueden reciclar y que son dispuestos bajo tierra para su proceso de degradación. El mismo, es aplicado en un espacio cercano a la Planta de Tratamiento y permitirá reducir el impacto ambiental que genera el basural a cielo abierto en Comodoro Rivadavia. “Su implementación permitirá que ya no hayan voladuras de desechos en la ciudad y que se eviten todo tipo de vectores”, dijo Daniel González, subsecretario de Medio Ambiente.
En el marco de la política de residuos sólidos urbanos que promueve la gestión Linares; este martes se comenzó a trabajar en la disposición final de los materiales no reciclables que se generan a partir de la basura domiciliaria, con el propósito de garantizar la mejora de la calidad de vida de la población comodorense y la preservación de la salud.
Sobre el tema, el titular de Medio Ambiente de la Municipalidad, Daniel González; explicó que “la Planta de Tratamiento tiene dos funciones esenciales; una de ellas es la clasificación y separación de los residuos para su posterior reciclaje, y otra es la separación de los materiales que no pueden ser reciclados porque están húmedos, contaminados o son de dudosa procedencia y que se deben embalar para su disposición final bajo tierra”.
“Hoy –martes-, se comenzó con la colocación de las primeras balas en un espacio que está lindante a la Planta de Tratamiento; que es donde se comprime el material de rechazo, a través de una prensa que compacta la basura en forma de cubo y que alcanza a casi 1100 kg cada uno”, detalló.
Asimismo, el funcionario expuso que “las balas son colocadas en el subsuelo de que tendrá ventilaciones porque lógicamente los materiales orgánicos al descomponerse generan gases”, al tiempo que aseguró que “este sitio que fue elegido para la disposición final debe durar aproximadamente un año y medio”.
En ese sentido, aclaró que “durante este periodo de tiempo se está trabajando firmemente en la búsqueda de un espacio que dure alrededor de 50 años. Ya tenemos en vista algunos pero hay que tener en cuenta ciertas condiciones”. Entre ellas, señaló que “si bien tiene que estar dentro del ejido, debe estar alejado de la población y tener la superficie suficiente”.
En cuanto a los beneficios del sistema, González afirmó que “no sólo se comprime el volumen de los residuos hasta 5 veces de su tamaño original; sino también, por el tipo de tratamiento se evita todo tipo de vectores como ratones o gaviotas y se erradican las voladuras de desechos que muchas veces terminan contaminando el mar”.
Cierre del basural
Por otra parte, el subsecretario hizo alusión al saneamiento que se planifica para el espacio que ocupa el basural a cielo abierto. “Con la puesta en marcha del sistema de balas, la basura que se genera ya no ingresa más a este lugar y podemos comenzar a sanearlo, pero estimamos que esto llevará muchos años porque nunca se controló en ningún aspecto”, expresó.
No obstante, confirmó que “estamos avanzando con la habilitación de una nueva escombrera para que todos los residuos que generan las bateas domiciliarias y que muchas veces terminaban en el basural; sean depositados en un sitio cercano al de las balas, para que se pueda tener un control óptimo del material y se evite la contaminación”.