10 de junio de 2025 19:13
nota muni

Después de más de un año y medio en el cargo, el intendente Othar Macharashvili ha anunciado una serie de cambios en su gabinete con el objetivo de mejorar la gestión municipal y abordar los problemas que han generado una gran preocupación en la ciudad.

Durante el fin de semana se dieron a conocer los primeros cambios fuertes en el gabinete: el empresario Fernando Ostoich reemplazará a Luis Romero en Obras Públicas, pese a la resistencia de los directores municipales que ya pusieron el grito en el cielo.

Como consecuencia de esta designación, el asesor letrado Miguel Criado Arrieta, bancado a muerte hasta el momento por Macharashvili pese a las críticas internas, pegó el portazo y se lo aceptaron. ¿La razón? Varias, pero el mismo letrado fue quien excluyó a la empresa de Ostoich de la lista de proveedores por incumplimiento con obras municipales.

A raíz de la salida de Criado, hubo que buscar reemplazo el nombre que sonó fue el de Ezequiel Turienzo, ex secretario general durante la gestión de Luque, que se quedó como asesor de Macharashvili en la actual gestión.

¿Habrá un cambio real?

La decisión de Macharashvili se produce en un contexto en el que varios funcionarios han sido criticados por su falta de iniciativa y eficiencia en el cargo. La percepción es que algunos funcionarios no están cumpliendo con sus responsabilidades y no están a la altura de las expectativas.

La gestión municipal ha sido objeto de críticas por su falta de dinamismo y su incapacidad para abordar los problemas de la ciudad de manera efectiva. La falta de resultados concretos ha generado una gran desconfianza en la población.

Falta de Poder Político y un gobierno debilitado

La falta de poder político de Macharashvili en la ciudad ha sido un tema de debate. Algunos críticos argumentan que el intendente no ha sido capaz de imponer su autoridad y tomar decisiones importantes para la ciudad. Su relación, prácticamente su sumisión con el gobierno provincial, sin sentido ya que la ciudad petrolera no obtuvo ningún beneficio ni económico, ni en obras, ha potenciado esta visión.

Por consiguiente, el gobierno de Macharashvili ha sido debilitado por la falta de resultados y la percepción de ineficiencia. Por eso, la decisión de reorganizar el gabinete es vista como un intento de revitalizar la gestión y recuperar la confianza de la población.

La ciudadanía espera que los cambios en el gabinete se traduzcan en mejoras concretas en la gestión municipal y en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Sin embargo, algunos críticos dudan de que estos cambios sean suficientes para abordar los problemas estructurales que enfrenta la ciudad.

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