Desde la gestión Linares a través de la Secretaría de Gobierno, continúan los trabajos de rutina en materia de prevención, por los cuales se procedió a la clausura preventiva de los comercios gastronómicos. “El intendente nos planteó ser rigurosos con la falta de higiene, ya que la cuestión sanitaria va más allá de alguna situación administrativa”, indicó el subsecretario de Fiscalización, Daniel Campillay.
Este lunes, en un operativo de rutina encabezado por la Dirección de Bromatología, de Abasto y Veterinaria dependientes de la cartera de Fiscalización, con intervención del SENASA; se procedió a la clausura preventiva de “La Parrilla”, en km.3. Asimismo, en horas de la mañana se clausuró la panadería sita en intersección de Huergo y Alem.
En cuanto al local de zona norte, Campillay señaló que “en el marco de los operativos diarios, se detectó mucha suciedad en estas instalaciones. El intendente Carlos Linares nos planteó ser rigurosos con la falta de higiene, ya que la cuestión sanitaria va más allá de alguna situación administrativa”, subrayó.
En este sentido, enumeró las falencias que se detectaron explicando que “al momento de la inspección se estaban lavando los pollos con lavandina, se encontraron costillares de vaca -aproximadamente 150 kilos- congelados y que no tenían sellado Municipal, por lo que no sabemos su procedencia. Había suciedad en la parrilla, excremento en cámaras de inspecciones y grasa en las ventanas”, explicó. Además de detectar en las heladeras, alimentos cocidos junto a otros crudos, sin rotulación.
Por otra parte, el subsecretario indicó que “aparentemente hubo una ampliación del local comercial y no se dio la intervención a Habilitaciones, pero es una razón mínima comparada con lo que representa la falta de higiene”. Al tiempo que indicó que “se dispuso la clausura preventiva, situación que queda a disposición del Juzgado de Faltas N°1, el cual determinará las acciones futuras”, concluyó.
Cierre de la panadería
Por otra parte, Campillay se refirió a los motivos de la clausura de la panadería “La Reyna”, ubicada en el macro centro de la ciudad. “Allí se constató falta de higiene y orden en el lugar. Además faltaban las inspecciones de Bromatología y Veterinaria, y si bien se había comenzado con el trámite de habilitación comercial, faltaban las inspecciones autorizantes para culminar el trámite”, señaló.
Por último, agregó que: “más allá de la falta de higiene en la sala de elaboración, también pudimos observar que en el lugar habían elementos de limpieza situados junto a productos alimenticios, una cuestión que no puede ser así”, concluyó.