21 de noviembre de 2024 13:03
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Se trata del proyecto que busca establecer rutas migratorias y áreas de alimentación. La iniciativa cuenta con el apoyo del Gobierno del Chubut y comenzó en 2014 cuando fueron marcados 5 ejemplares, uno de los cuales brindó información hasta su regreso al Golfo Nuevo, luego de completar su viaje migratorio. Este año se colocarán entre cinco y diez dispositivos.

En los próximos días un equipo de científicos volverá a colocar dispositivos satelitales en ejemplares de Ballena Franca Austral de Península Valdés como parte del proyecto que busca establecer las rutas de migración y las potenciales áreas de alimentación de estos mamíferos marinos.

El proyecto cuenta con autorización y apoyo del Gobierno de la Provincia del Chubut, a través de la Dirección de Fauna y Flora Silvestre, dependiente del Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos que participa activamente del mismo; la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas y el Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable.

Se trata de la segunda etapa del Proyecto “Rutas de migración y potenciales áreas de alimentación de BFA de Península Valdés”, iniciado con éxito en 2014 cuando por primera vez fueron colocados dispositivos satelitales en cinco ejemplares, dos hembras adultas y tres ballenas jóvenes, que enviaron datos por un promedio de 93 días (rango 23-237 días) hasta el momento en que los dispositivos dejaron de transmitir.

La iniciativa cobró aún mayor relevancia cuando un ejemplar joven nombrado “Papillón” por los investigadores, regresó en junio de este año al mismo lugar donde fue marcado en 2014, en el Golfo Nuevo en Península Valdés, exactamente 237 días más tarde, registrando por primera vez un ciclo entero de migración de una Ballena Franca Austral.

La directora de Fauna y Flora del Chubut, Silvana Montanelli, manifestó que “la consolidación de este proyecto y la continuidad en el tiempo brindará información significativa para el Plan de Manejo para la Conservación, siendo un importante aporte que se suma a todos los estudios que se vienen llevando a cabo sobre esta especie”.

Por su parte, el investigador Guillermo Harris, de Wildlife Conservation Society y director del proyecto, informó que “en esta nueva fase se prevé colocar entre cinco y diez dispositivos satelitales en ballenas adultas de ambos sexos que estén próximos a alejarse de la Península Valdés”.

Harris puntualizó que, al igual que el año pasado, “la colocación de estos dispositivos será realizada por un equipo de investigación experimentado que utilizará para tal fin una embarcación debidamente habilitada comandada por un patrón autorizado”.

También informó que los dispositivos satelitales “son elaborados en acero quirúrgico en una sola pieza, esterilizados y aplicados de forma tal que quedan fijados dentro de la piel y tejido subcutáneo del animal sobresaliendo solamente la antena en la superficie de la piel”. La ballena comienza a encapsular el dispositivo como cuerpo extraño y lo elimina íntegramente, dejando apenas una pequeña cicatriz en la piel.

Los dispositivos transmiten la posición del animal a un satélite que retransmite la información a estaciones de recepción y allí al laboratorio donde se procesan los datos. Algunos dispositivos registran además profundidad y salinidad del agua.

Se espera que los datos de localización de las ballenas marcadas permitan determinar rutas migratorias y las posibles áreas de alimentación; evaluar cómo las ballenas utilizan el ambiente y se relacionan con actividades humanas en el océano; contribuir con el Plan de Manejo para la Conservación (CMP) de la ballena franca austral acordado por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y al esclarecimiento de las causas de mortalidad ballenas francas en la Península Valdés.

El proyecto es desarrollado conjuntamente por WCS (Wildlife Conservation Society), el Instituto Aqualie de Brasil, el NOAA (National Oceanic And Atmospheric Agency) y la Fundación Patagonia Natural, con la colaboración del Instituto de Conservación de Ballenas, Ocean Alliance y, la Universidad de California Davies.

Las operaciones náuticas necesarias para esta segunda fase del proyecto serán realizadas por personal local con gran experiencia, seleccionados entre los capitanes/timoneles autorizados, que realizan los avistajes de ballenas francas desde Puerto Pirámides, mientras que la Prefectura Naval Argentina prestará nuevamente apoyo para garantizar la seguridad en el agua.

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